Continúa campaña “Consumo gusto”
Debido a las altas
temperaturas, los postres helados, se
convierten en los mejores aliados para refrescarse. Entre los más populares
podemos encontrar a la famosa “raspadilla”, conocida en otros países como
“raspado”, “granizado” o “snowcone”. Se trata de un molde de hielo bañado con
jarabes de frutas, muy llamativo por sus colores y diversidad de sabores, convirtiéndose
en la tentación de muchos consumidores. Pero cuidado, así como puede
refrescarnos, una mala raspadilla, elaborada y vendida en condiciones
inadecuadas, y cuyos insumos sean de dudosa procedencia, también podrían
causarnos graves daños a la salud.
Las raspadillas que
no cuentan con garantías sanitarias necesarias para su consumo pueden contener
coliformes fecales, es decir heces, bacterias causantes de dolores estomacales
y gastroenteritis. También puede haber un elevado riesgo de contaminación por
hepatitis “A”, Misma situación suele presentarse con otros productos como
ceviches o refrescospreparados en la calle en malas condiciones de higiene. Al
respecto, Crisólogo Cáceres, presidente de ASPEC, recomienda prestar atencióna la manipulación y
preparación de las raspadillas y otros productos similares, pues pueden ser una fuente de contaminación letal, con millones de bacterias.
“Los problemas
radican en el hielo empleado, tal como hemos encontrado en inspecciones
anteriores, algunos vendedores informales suelen emplear, para preparar las
raspadillas, el mismo hielo que se utiliza en la conservación de pescados u
otros productos hidrobiológicos o hielo industrial, elaborado con agua no
potable para abaratar costos; también, los malos jarabes pueden ser elaborados
con colorantes artificiales o sintéticos no aptos para el consumo humano y
causar irritación estomacal,
infecciones, alergias o gastroenteritis.Los malestares pueden manifestarse como
nauseas, vómitos, diarreas y en algunos casos fiebre, que además, puede
conllevar a una deshidratación y hasta la muerte; más aún si se trata de niños
o adultos mayores, que son las poblaciones más vulnerables.” Señalo Cáceres.
Por esta razón,
ASPEC, lanza las recomendaciones básicas para consumir una raspadilla de
calidad e inocua: “Debemos verificar que los vendedores lleven
a cabo las buenas prácticas de manipulación a fin de evitar
enfermedades infecciosas. Los manipuladores de alimentos no
deben usar anillos, pulseras,
relojes ni ningún tipo de accesorios, ni
presentar cortes, ulceraciones u otras afecciones a la piel; así también, deben
mantener las uñas cortas, limpias y sin esmalte. El cabello deberá estar
cubierto totalmente con un gorro blanco, vestir un mandil o uniforme también
blanco y guantes; así como exhibir de forma visible su carné de sanidad.
Algunos comerciantes pueden portar además, chalecos distintivos y el código de
autorización, según lo dispuesto por las municipalidades. Los alimentos se deben expender en envases
descartables y los recipientes que los almacenan, estar en perfecto estado de
higiene y conservación, tapados y/o cubiertos para evitar la presencia de
insectos voladores o rastreros, tal como lo señalan las ordenanzas municipales
y el Reglamento de Vigilancia y Control Sanitario de Alimentos y Bebidas.
El
funcionario recomendó que antes de comprarlas, nos cercioremos que el producto
ha sido elaborado con agua potable y, si se tratase de hielo envasado, éste
debe contar con un registro sanitario vigente y estar embolsado adecuadamente.
“Tenemosque prestar especial atención a los equipos para moler el hielo, pues
no deben estar oxidados y los jarabes deben haber sido preparados a base de
frutas y en lo posible mantenerse refrigerados, por lo que lo más recomendable
es adquirir las raspadillas en lugares formales, restaurantes o fuentes de soda,
y si se trata de comercios ambulatorios, verificar que estén autorizados por
los municipios y que estos realicen la vigilancia correspondiente y exigida.
“Las
raspadillas son una excelente alternativa para fomentar el consumo de frutas,
pero éstas deben ser inocuas y muy bajas en azúcar. En el Perú existe una
amplia variedad de frutas nativas y tradicionales, incluso a muy bajo costo si
son de la estación, ricas en vitaminas, minerales y fibra que es una obligación
aprovecharlas. Níspero, cocona, tumbo, aguaymanto, camucamu, lúcuma, chirimoya,
sauco son excelentes opciones que podemos implementar e incluso prepararlas en
casa. Además, lo ideal sería adquirir aquellas de producción agroecológica, ya
que además de ser nutritivas, son libres de pesticidas y agroquímicos, incluso
podemos adicionarles frutas picadas, resultando la mejor manera de refrescarnos
saludablemente en este verano”, invocó Cáceres quien recordó que su
organización viene impulsando desde el año pasado una campaña denominada
“Consumo gusto” que, precisamente, promueve la alimentación saludable basada en
productos oriundos del Perú.
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