Autoridades de ese país consideran que prohibiendo esta sustancia se podrá evitar 7000 muertes y 2000 ataques al corazón
Autoridades de seguridad alimentaria de Estados Unidos adoptaron medidas para avanzar hacia la prohibición del uso de las llamadas grasas trans por considerar que son una amenaza para la salud.
Los aceites parcialmente hidrogenados, fuente de la mayor parte de las grasas trans, ya no son “reconocidos como seguros”, dijo la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
La agencia señaló que esta iniciativa puede evitar 7.000 muertes y 20.000 ataques al corazón en EE.UU. cada año.
La FDA abrió un período de consulta de dos meses sobre la propuesta para vetar gradualmente las grasas trans.
“Si bien el consumo de grasas trans potencialmente perjudiciales ha disminuido en las dos últimas décadas en Estados Unidos, el consumo actual sigue siendo una preocupación significativa de salud pública”, estableció la representante de la FDA, Margaret Hamburgsaid, en un comunicado.
“La acción de la FDA es un importante paso hacia la protección de más estadounidenses de los peligros potenciales de las grasas trans”.
APROBACIÓN OFICIAL
Si el plan de la agencia tiene éxito, los aceites que obstruyen el corazón serían considerados aditivos alimentarios y no podrán utilizarse en los alimentos a menos que sean oficialmente aprobados.
Las grasas trans continúan siendo utilizadas principalmente en los alimentos procesados -como algunas canchitas o palomitas de microondas y pizzas congeladas- y en los restaurantes que utilizan aceites para freír.
De acuerdo con la FDA, el consumo de grasas trans entre los estadounidenses se redujo de 4.6g por día en 2003 a alrededor de 1g por día en 2012.
El fallo no afecta a los alimentos con grasas trans de origen natural, que están presentes en pequeñas cantidades en algunos tipos de carne y productos lácteos.
Las grasas trans se utilizan tanto en la comida procesada y en los restaurantes como una manera de extender la validez o mejorar el sabor de los alimentos. Las grasas trans se crean al añadir hidrógeno al aceite vegetal, convirtiéndolo en sólido.
Desde 2011, la Organización Mundial de la Salud había hecho un llamado a la eliminación de las grasas trans del suministro global de alimentos. Los nutricionistas han criticado desde hace tiempo su uso, asegurando que no tienen elementos nutritivos y que contribuyen a enfermedades del corazón en mayor proporción que las grasas saturadas.
Algunas empresas ya han eliminado las grasas trans de sus productos, impulsados por las nuevas etiquetas nutricionales que se ponen en los empaques de comida desde 2006 y en las que deben estar señaladas.
Ciudades como Nueva York y otros gobiernos locales también las han prohibido.
RESTAURANTES Y ALIMENTOS PROCESADOS
La FDA aseguró que está solicitando comentarios sobre cómo estas acciones podrían impactar a los pequeños negocios y cómo asegurar una transición “suave”, en caso de que se tome una determinación final.
En tanto, la Asociación de Productores de Alimentos (GMA por sus siglas en inglés) ya respondió mediante un comunicado asegurando que a través de la reformulación de productos y desarrollo de alternativas, “desde 2005 los fabricantes de comida han reducido voluntariamente las cantidades de grasas trans en sus productos alimenticios en más de 73%”.
Agregaron que esperan “trabajar con la FDA para entender mejor sus preocupaciones y cómo nuestra industria puede servir mejor a los consumidores”.
Por su parte la Asociación Nacional de Restaurantes hizo referencia en un comunicado a los “enormes progresos” que han hecho en la materia.
“Tenemos la intención de discutir el impacto de esta propuesta sobre la industria y presentar observaciones, y vamos a seguir trabajando con nuestros miembros y la cadena de suministro para hacer frente a las nuevas normas federales que puedan surgir como consecuencia de este proceso”, dijo Joan McGlockton, vicepresidente de asuntos de la industria y la política alimentaria de la asociación.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que el problema no sólo está en los productos empaquetados -en los que las grasas trans están advertidas en las etiquetas, si no en los que se venden a granel, como la pastelería y las papas fritas en los restaurantes.
CONSUMO
La Asociación Americana del Corazón dijo que la propuesta de la FDA es un paso adelante en la batalla contra las enfermedades del corazón.
“Felicitamos a la FDA por responder a las numerosas preocupaciones y las pruebas presentadas durante años sobre los peligros de este ingrediente de producción industrial”, dijo su presidenta, Nancy Brown.
El saliente alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien lideró la batalla para prohibir las grasas trans en esa ciudad, dijo que el plan de la FDA “merece un gran reconocimiento”.
“Las innovadoras políticas de salud pública que hemos adoptado aquí en Nueva York se han convertido en un modelo para la nación por una sola razón: han funcionado”, dijo.
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